Nacido en 1980 en el seno de una familia dedicada al mundo del espectáculo, Pine dio sus primeros pasos en el mundo de la actuación primero, en teatro amateur, y después, en el mundo de la televisión, con apariciones en series como E.R., C.S.I.: Miami y The Guardian, para no tardar en participar en filmes para la gran pantalla como The Princess Diaries 2: Royal Engagement, Smokin' Aces y, precisamente, Star Trek, donde obtuvo la oportunidad de encarnar a James T. Kirk, el capitán de la nave Enterprise en la versión juvenil del inolvidable William Shatner.
Ésta no es la primera ocasión en la que ha reinventado y resucitado a un personaje: a finales de este año se le verá en las pantallas en Jack Ryan, que relanza otra franquicia, la inspirada en el analista de la CIA creado por Tom Clancy al que ya dieron vida en distintos largometrajes Alec Baldwin, Harrison Ford y Ben Affleck.
Pine, quien en estos momentos, se rumorea, esta siendo tentado por el director Rob Marshall (Chicago) para que se una a Johnny Depp y Meryl Streep en la adaptación del musical de Broadway Into The Woods, habló con La Vibra vía telefónica desde Londres de su labor en Star Trek Into Darkness, que se estrena hoy en todo el país y en la que Kirk, acompañado de nuevo por Spock (Zachary Quinto) se enfrenta a un villano (Benedict Cumberbatch) cuyas intenciones últimas son tan destructivas como inesperadas.
¿Qué crees que hay en tu James T. Kirk que lo hace un personaje tan heroico cuando tiene los pies tan en el suelo?
No tiene súper poderes: es alguien a quien lo definen sus defectos. En [Star Trek Into Darkness] todo lo que creía que le iba a funcionar en su vida, ser impulsivo, actuar con la fuerza bruta, termina por no hacerlo y eso lo lleno de dudas. Eso lo hace humano. Y por eso la gente se identifica con él.
Cuando te ofrecieron el papel de Kirk por primera vez, ¿tuviste dudas en aceptarlo?
La verdad es que no estaba seguro de querer hacer [Star Trek], pero me entregué [al director] J.J. Abrams y me fié de él. Y ahora estoy muy contento de haberlo hecho.
¿Qué elementos del guión de esta entrega te sorprendieron cuando lo leíste por primera vez?
Me encantó encarnar a un personaje con tantas dudas y tan vulnerable, especialmente teniendo en cuenta que en la primera parte [Kirk] parecía estar tan seguro de todo. Fue agradable el ver el otro lado de la moneda en él, en donde todo ha dado la vuelta y se ve forzado a empezar desde cero. Durante una parte considerable del filme se encuentra en una posición secundaria, débil, y eso me pareció interesante.
Hay ciertos apuntes políticos y sociales inusuales en este tipo de súper producciones veraniegas...
No es necesario ni frecuente [en el cine comercial], ni tampoco veo que sea necesario que se trate del elemento más destacado en una película de este tipo, pero si, al mismo tiempo que se hace un filme entretenido y visualmente espectacular, se puede decir algo acerca del mundo en el que vivimos, como el hambre por la venganza, por la violencia, mucho mejor, porque se trata de una plataforma perfecta para que sea vista por mucha gente.
Zachary Quinto regresa como Spock. La química entre vosotros dos, ¿es algo en lo que habéis trabajado o surge de forma natural?
Es algo que no puedes falsear y, además, gracias a Dios, los dos somos buenos amigos. Y eso es algo que se traslada a la pantalla.
La gran sorpresa para muchos en el filme será la presencia de Benedict Cumberbatch...
Es un actor con un talento increíble. Creo que la gente se va a sorprender por su trabajo preciso. Aportada tanta inteligencia a la historia, una emoción tan intensa... Es un contraste frente a Kirk: cuando los dos están juntos, la inteligencia de Benedict resalta.
Fuente: laopinion.com
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